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martes, 29 de octubre de 2013

MATAGALLS-MONTSERRAT 2012


Quedan apenas 4 días para mi reto. Unas cuantas horas y empezaré esta locura. La gente me pregunta que si voy a sufrir para que ir. Es difícil explicarlo. Lo hago por mi, para demostrarme a mi mismo que puedo hacer una locura como esta. Hace unos años no podía y ahora aquí estoy intentándolo. También lo hago por mucha gente a la que quiero, gente que ya no esta y gente que están y las quiero. Mi familia. Sin mi mujer, hijas, padres y hermanos todo esto no sería posible. Quiero que estén orgullosos de mi. Se que lo pasaré mal y se que voy a sufrir mucho, pero también se que en los momentos de debilidad podré mirar al cielo y ver a mi abuelo animándome. Noto mucho su ausencia y se que estará orgulloso de mi.



Miércoles 12 de Septiembre

El trabajo esta hecho. Han sido 3 meses de duro trabajo. Mas de 600 kilómetros realizados, 300 de los cuales fueron en el mes de Julio. 5 kilos perdidos en Agosto tras una buena semana de entrenamientos en Andorra. Llego con mi mejor peso... por debajo de los 80 kilos, en concreto 78 kilos. Hoy me he empeñado en ir al gimnasio. He hecho 6 km de elíptica y ahora pienso que puede tratarse de un error. Tenía que haber descansado, pero a veces las ganas pueden a la razón. Empiezan a surgir las dudas sobre si seré capaz o no de conseguirlo. Supongo que el hecho de no haber realizado nunca nada igual no ayuda... de todas formas de he animarme. He de creer¡¡¡

Jueves 13 de Septiembre

Tengo el cuadriceps demasiado dolorido del día anterior. Ahora veo que no fue buena idea ir al gimnasio. Hoy no haré nada de ejercicio, mañana tampoco. Estos dos días intentaré descansar el cuerpo y trabajar la mente. Hoy tocará empezar a hacer la mochila para tener todo preparado y así evitar dejarme algo importante. Me he puesto mucha presión encima pero en el fondo me gusta. Pienso en el momento de llegar a Montserrat con mi mujer esperándome y no puedo evitar que caigan las lágrimas... sería bonito llegar... He optado por ser prudente, muy prudente. Llegar al primer control en 1 hora y 45 minutos cuando lo podría hacer fácilmente en 1 hora. Creo que es mejor ir reservando fuerzas que seguro que luego voy a necesitar. Tengo dudas sobre el calzado a llevar y sobre los calcetines... No hay tiempo para pensar ni volver atrás. Competiré con las bambas con las que he corrido todas las carreras hasta la fecha. Mi compañera inseparable, la que nunca me ha dejado tirado. Demasiado viejas para correr pero que para una prueba de este tipo me pueden ser muy útiles.

Viernes 14 de Septiembre

la última cena
Ya estamos... poco mas de 24 horas. He podido descansar una hora más que otros días. Casi 6 horas¡¡ Lo noto en la recuperación de las piernas. Si esta noche consigo irme pronto a dormir podré estar mañana al 100%. Me he levantado mas motivado, se que voy a sufrir, seguramente muchísimo, pero si en este punto consigo seguir seguro que lo conseguiré. Tengo muchos recuerdos positivos acumulados y ordenados en mi cabeza. Recuerdos que están listos para salir en los momentos malos. He recibido muchas muestras de apoyo y ánimos estos días. Gente que cree que lo puedo hacer, por eso no puedo fallar... por eso no fallaré.
He conseguido preparar la mochila y me llevo lo justo. Sumando el peso de los palos y del bidón del agua... creo que es un peso asumible. Me falta pelar las nueces, coger las barritas energéticas y el frontal.




Sábado 15 de Septiembre


Llega el gran día. He descansado muy bien. Mi salida esta prevista para las 17:03 horas.




A Coll Fornic voy en coche junto con dos máquinas, Manel y José. Nos lleva Laura, la mujer de José, en coche.
Dan la salida y me despido de Manel y José. Ellos va a otro ritmo. Quieren hacer una buena marca. Yo tengo otro objetivo... Acabarla.




Los primeros kilómetros transcurren de día por el Pla de la Calma hasta Aigüafreda (punto kilométrico 16,1) donde esta situado el primer avituallamiento.

El terreno es cómodo. Los primeros kilómetros son relativamente planos, hasta el kilómetro 5 donde se inicia la bajada hasta Aigüafreda.


imágenes del Pla de la Calma

La llegada al primer avituallamiento se produce justo en el momento en que la falta de luz hace que el frontal empiece a ser necesario.
Aigüafreda



Llega la noche. Momento duro. Ahora toca un tramo duro donde se ha de subir la Collada (kilómetro 26,5 ) y el Coll de la Matafaluga (kilómetro 36,6). La mente esta puesta en llegar físicamente de la mejor forma posible a St. Llorenç de Savall (km 45,3) conocido como el muro de la prueba. En St. Llorenç se esta mas o menos en la mitad de la aventura, las piernas ya empiezan a pesar, y es donde gran número de los participantes deciden abandonar. Sobre las 03 de la mañana consigo llegar a St. Llorenç. Estoy muy cansado. Aprovecho el rato de la comida para leer los mensajes de apoyo recibidos en el Whatsup y en el Facebook. Me sirven para coger moral. Al levantarme me doy cuenta de que he cometido un error. La parada ha sido muy larga, demasiado. Me he enfriado y al empezar a andar noto un pinchazo en el cuadriceps de la pierna izquierda. Me tomo un ibuprofeno y continuo andando sabiendo que a partir de este momento empezaba la verdadera Matagalls.

De St. Llorença hasta las Arenas (kilómetro 52,8) es bajada. Voy conteniendo el dolor de la pierna y poco a poco empiezo a darme cuenta de que puedo conseguirlo.

Después de la bajada, siempre viene la subida... toca subir ahora. Mi mente se sitúa en el Coll del Queixal (kilómetro 64,7). En medio de la subida noto un pinchazo en el gemelo de la pierna izquierda. Hablo con mi mujer y le cuento la situación. Me dice que abandone...Le digo que no puedo hacerlo ahora. Me duele, pero ya es de día y veo Montserrat. Ahora no puedo abandonar. Si todo sigue igual... con esos dos dolores podré aguantar, si la cosa va a mas tendré que abandonar.

Imagen de Montserrat


Llego a Vacarisses (kilómetro 73,8) . Se trata de un punto duro de la prueba. Has de pasar por encima de las vías del tren. En este punto la cabeza juega malas pasadas. Estas a 12 kilómetros de acabar, pero estas reventado. Te encuentras en la estación de tren...la cabeza te pide abandonar y coger el tren. Has de luchar contra esto.

Sigo luchando contra los dolores y me planto en Monistrol. Estoy en el kilómetro 78. Me quedan 5 kilómetros de subida a Montserrat para acabar. Físicamente estoy muy cansado. Tengo dolor, mucho dolor. Hace una calor muy fuerte. Son las 12 del mediodía. La subida será dura.

Empiezo a subir y cuando llevo 1 kilómetro noto que el hombre del mazo empieza a darme fuerte.


subida a Montserrat


 No puedo mas. Comunico a mi mujer mi situación. Estoy en la última subida pero no puedo mas. Ella me anima.
Sigo subiendo como puedo. Cuando llevo medía hora mas de subida miro arriba y veo a mi mujer y a mi hija mayor.
Mi hija esperándome


 Me sacudo la cabeza. Debe ser una alucinación... efecto de la calor y del cansancio. Corren a darme un beso y me doy cuenta de que es real. Han venido a ayudarme. Con ellas continuo subiendo. Con mucho dolor consigo llegar al último tramo de escaleras.


Mi mujer y mi hija no paran de animarme. Se me caen las lagrimas. Voy a conseguirlo. Llevo mas de 21 horas andando. Me queman las plantas de los pies. Solo quiero llegar...llegar y descansar.

Al final llego a la plaza del Monasterio. Allí me espera mi hija pequeña y mi suegra. Lo voy a hacer. La emoción me empieza a embargar por completo. Al final cruzo la meta con mi hija y mi mujer. 21 horas y 40 minutos. Lo he conseguido....me he superado¡¡¡


mi mujer e hijas

Ahora toca el último esfuerzo... ir a poner la vela por mi abuelo y mi suegro. Ellos desde el cielo han estado ayudándome durante toda la caminata. Ellos no me han dejado ni un momento solo. Gracias a ellos y a mi mujer e hijas hoy he vuelto a sentirme grande.


poniendo las velas


lunes, 28 de octubre de 2013

Behobia-San Sebastian 2012


Por fin ha llegado el gran día. 11 de Noviembre del 2012. El día de mi primera Behobia. El sábado emprendemos el viaje hasta Donosti con mucha ilusión. Me habían hablado maravillas de esta cursa. El sábado lo dedicamos a ver la ciudad, recoger la camiseta y el dorsal.

En la feria del corredor

Camiseta Behobia


El ambiente es espectacular. Todo lleno de catalanes. Ver en Donosti una colla castellera haciendo un Castell, realmente emociona.

Castells en la playa de la Concha



Una vez vista la ciudad tocaba la recarga de carbohidratos e irnos al hotel a descansar.






Me levanto a las 06:30, me ducho y despierto a Anna. Bajamos a almorzar. Pan, embutido, tortilla, zumo de naranja, salchichas... Estamos a tope.

Vamos a coger "el topo", una especie de tren de cercanías,  hacia Irun-Ficoba.

Esperando "el topo" con mi mujer

 Allí unos autocares nos llevan a Behobia.  Había una gran cola para cogerlos. Andando son apenas 3 km, así que pese a la lluvia decidimos ir andando.

cola en Irún-Ficoba para coger el autocar

Behobia
Llegamos a Behobia y empieza a diluviar. Nos ponemos a resguardo. La salida de la Behobia se hace por grupos en función de los tiempos que cada runner ha conseguido acreditar en anteriores carreras.





 Una vez empiezan a salir los primeros corredores Anna y yo vamos a tomar un café y un pequeño bocadillo. Anna se vuelve a Donosti y yo empiezo a calentar. La tendinitis me da mal rollo.


Empezando el calentamiento

A las 11:34 dan mi salida y parece que la rodilla va bien. Me sorprende que pese a los 8 grados, el viento y el frío...las calles están llenas de gente . La gente no para de animar, de correr a tu lado y eso hace que des lo máximo.  Llega la primera subida fuerte. Estamos en el km 3.


 El ritmo empieza a bajar, pero en ese momento la gente empieza a aplaudir y a animar. Eso hace que de un fuerte apretón.  Me crezco y voy para adelante.  Me siento muy fuerte.
En los primeros km de carrera había perdido tiempo porque mi ritmo era mas fuerte que el del grupo con el que había salido. En la salida dividían a todos los corredores en grupos. Habían 16 grupos en función de la mejor marca que podías acreditar, y en mi caso la mejor marca eran las dos horas de la media maratón de Barcelona. Mi objetivo era poder hacer 1 hora y 55 minutos. Para esa marca tenia claro que tenia que ir marcando un ritmo inferior a los 5,40 min/km.



Miro la media de velocidad que llevo y me sorprendo. Estoy con una media inferior a los 5,30 min/km y me encuentro en  la primera subida. Apreto los dientes pero por primera vez no bajo la cabeza para mirar el suelo. Me encuentro muy fuerte. Quiero ir con la cabeza en alto para no perderme ningún detalle del paisaje, ni a toda la gente que ha hecho el esfuerzo de venir a animarnos. Acabo la primera subida y veo que por el tiempo que he realizado,  he hecho una gran subida.  La única duda que tengo es si el tendón de mi rodilla aguantara el ritmo.

Después de la subida viene una gran zona de continuos "subes y bajas". Un terreno que los amantes del running denominamos como un terreno rompe piernas.  El cuerpo pasa de correr por debajo de los 5 min/km en las bajadas a subir por encima de los 6 min/km en algún tramo de subida. Es una cambio de ritmo que poco a poco va castigando el cuerpo.

Ahora toca la ultima y más dura de las subidas. Se trata de 1 km que se hace realmente duro. Llevamos 16 km hechos y la frescura en las piernas ya no es la misma. Los ánimos de la gente se hacen necesarios. Es maravilloso ver como tanta gente puede salir a la calle para ver una carrera  con este tiempo. La gente sale porque es la Behobia,  es su carrera, su fiesta, su orgullo. El km se me hace  duro, pero sigo con fuerzas. Se que después de la subida tengo un tramo de bajada y luego un trozo relativamente plano antes de entrar en San Sebastián.

Llegamos a la parte del puerto. Para mi la parte mas fea del recorrido, con muchos charcos que te dejan empapados los pies, un castigo adicional cuando ya llevamos tantos kilómetros recorridos.  Sigue habiendo público animando.  Un diez para ellos. Ellos son la Behobia.  Sin ellos esto no seria lo mismo.

Se acaba la zona del puerto, giramos a la derecha y cruzamos un puente. Ya podemos decir que hemos llegado a San Sebastián.  Menos de 5 km para el final y cada vez mas publico en la calle. El tiempo ha mejorado levemente. Sigue haciendo frío pero la intensidad de la lluvia ha disminuido. Miro el cronometro y veo que voy muy bien y salvo un desfallecimiento, conseguiré hacer una muy buena marca.

Viene el alto de Miracruz, aproximadamente un kilómetro. El ánimo de la gente hace que las piernas no pesen. En estos momentos el público te lleva en volandas. Es increíble. 2 kilómetros de bajada, giramos a la izquierda y ya  se puede ver la playa de la Concha. Increíble con la zona del Boulevard. Intento apretar pero las piernas ya notan el castigo de tantos kilómetros bajo la lluvia y el frío. Al cruzar la meta escucho una voz familiar gritando mi nombre. Es mi mujer. Cruzo la meta y miro el tiempo... 1 hora 47 minutos y 9 segundos. Ha sido increíble¡¡. Mi marca era de 1 hora y 55 minutos. He volado.

 Me dirijo hacia el final de la recta de llegada para recoger la medalla de finisher. Una medalla que me hace mucha ilusión porque aunque se la den a todos... para mi es especial. Hoy me he vuelto a ganar a mi mismo.

Con mi medalla

Una vez conseguido mi nuevo reto... nada mejor que disfrutar de una ciudad increíble en compañía de mi mujer.