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lunes, 28 de octubre de 2013

Behobia-San Sebastian 2012


Por fin ha llegado el gran día. 11 de Noviembre del 2012. El día de mi primera Behobia. El sábado emprendemos el viaje hasta Donosti con mucha ilusión. Me habían hablado maravillas de esta cursa. El sábado lo dedicamos a ver la ciudad, recoger la camiseta y el dorsal.

En la feria del corredor

Camiseta Behobia


El ambiente es espectacular. Todo lleno de catalanes. Ver en Donosti una colla castellera haciendo un Castell, realmente emociona.

Castells en la playa de la Concha



Una vez vista la ciudad tocaba la recarga de carbohidratos e irnos al hotel a descansar.






Me levanto a las 06:30, me ducho y despierto a Anna. Bajamos a almorzar. Pan, embutido, tortilla, zumo de naranja, salchichas... Estamos a tope.

Vamos a coger "el topo", una especie de tren de cercanías,  hacia Irun-Ficoba.

Esperando "el topo" con mi mujer

 Allí unos autocares nos llevan a Behobia.  Había una gran cola para cogerlos. Andando son apenas 3 km, así que pese a la lluvia decidimos ir andando.

cola en Irún-Ficoba para coger el autocar

Behobia
Llegamos a Behobia y empieza a diluviar. Nos ponemos a resguardo. La salida de la Behobia se hace por grupos en función de los tiempos que cada runner ha conseguido acreditar en anteriores carreras.





 Una vez empiezan a salir los primeros corredores Anna y yo vamos a tomar un café y un pequeño bocadillo. Anna se vuelve a Donosti y yo empiezo a calentar. La tendinitis me da mal rollo.


Empezando el calentamiento

A las 11:34 dan mi salida y parece que la rodilla va bien. Me sorprende que pese a los 8 grados, el viento y el frío...las calles están llenas de gente . La gente no para de animar, de correr a tu lado y eso hace que des lo máximo.  Llega la primera subida fuerte. Estamos en el km 3.


 El ritmo empieza a bajar, pero en ese momento la gente empieza a aplaudir y a animar. Eso hace que de un fuerte apretón.  Me crezco y voy para adelante.  Me siento muy fuerte.
En los primeros km de carrera había perdido tiempo porque mi ritmo era mas fuerte que el del grupo con el que había salido. En la salida dividían a todos los corredores en grupos. Habían 16 grupos en función de la mejor marca que podías acreditar, y en mi caso la mejor marca eran las dos horas de la media maratón de Barcelona. Mi objetivo era poder hacer 1 hora y 55 minutos. Para esa marca tenia claro que tenia que ir marcando un ritmo inferior a los 5,40 min/km.



Miro la media de velocidad que llevo y me sorprendo. Estoy con una media inferior a los 5,30 min/km y me encuentro en  la primera subida. Apreto los dientes pero por primera vez no bajo la cabeza para mirar el suelo. Me encuentro muy fuerte. Quiero ir con la cabeza en alto para no perderme ningún detalle del paisaje, ni a toda la gente que ha hecho el esfuerzo de venir a animarnos. Acabo la primera subida y veo que por el tiempo que he realizado,  he hecho una gran subida.  La única duda que tengo es si el tendón de mi rodilla aguantara el ritmo.

Después de la subida viene una gran zona de continuos "subes y bajas". Un terreno que los amantes del running denominamos como un terreno rompe piernas.  El cuerpo pasa de correr por debajo de los 5 min/km en las bajadas a subir por encima de los 6 min/km en algún tramo de subida. Es una cambio de ritmo que poco a poco va castigando el cuerpo.

Ahora toca la ultima y más dura de las subidas. Se trata de 1 km que se hace realmente duro. Llevamos 16 km hechos y la frescura en las piernas ya no es la misma. Los ánimos de la gente se hacen necesarios. Es maravilloso ver como tanta gente puede salir a la calle para ver una carrera  con este tiempo. La gente sale porque es la Behobia,  es su carrera, su fiesta, su orgullo. El km se me hace  duro, pero sigo con fuerzas. Se que después de la subida tengo un tramo de bajada y luego un trozo relativamente plano antes de entrar en San Sebastián.

Llegamos a la parte del puerto. Para mi la parte mas fea del recorrido, con muchos charcos que te dejan empapados los pies, un castigo adicional cuando ya llevamos tantos kilómetros recorridos.  Sigue habiendo público animando.  Un diez para ellos. Ellos son la Behobia.  Sin ellos esto no seria lo mismo.

Se acaba la zona del puerto, giramos a la derecha y cruzamos un puente. Ya podemos decir que hemos llegado a San Sebastián.  Menos de 5 km para el final y cada vez mas publico en la calle. El tiempo ha mejorado levemente. Sigue haciendo frío pero la intensidad de la lluvia ha disminuido. Miro el cronometro y veo que voy muy bien y salvo un desfallecimiento, conseguiré hacer una muy buena marca.

Viene el alto de Miracruz, aproximadamente un kilómetro. El ánimo de la gente hace que las piernas no pesen. En estos momentos el público te lleva en volandas. Es increíble. 2 kilómetros de bajada, giramos a la izquierda y ya  se puede ver la playa de la Concha. Increíble con la zona del Boulevard. Intento apretar pero las piernas ya notan el castigo de tantos kilómetros bajo la lluvia y el frío. Al cruzar la meta escucho una voz familiar gritando mi nombre. Es mi mujer. Cruzo la meta y miro el tiempo... 1 hora 47 minutos y 9 segundos. Ha sido increíble¡¡. Mi marca era de 1 hora y 55 minutos. He volado.

 Me dirijo hacia el final de la recta de llegada para recoger la medalla de finisher. Una medalla que me hace mucha ilusión porque aunque se la den a todos... para mi es especial. Hoy me he vuelto a ganar a mi mismo.

Con mi medalla

Una vez conseguido mi nuevo reto... nada mejor que disfrutar de una ciudad increíble en compañía de mi mujer.





1 comentario:

  1. Que bonita historia :')
    Me ha encandilado tu historia pero más lo ha hecho esas pedazo de cenas y deaayunos, las fotos me han hecho aguar la boca jejeje

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